Emprender en el sector cannábico es, para muchos, una mezcla entre acto de fe, resistencia y apuesta empresarial. No hay fórmulas probadas, los referentes son escasos y las reglas cambian más rápido que los algoritmos de Instagram. Por eso, no sorprende que incluso proyectos con buenas ideas y productos de calidad se queden en el camino.
Desde Indícame.link, después de ver decenas de marcas nacer, consolidarse o reinventarse, hemos identificado patrones. Errores comunes que se repiten. Tropiezos que no son culpa del emprendedor, sino del terreno inestable que pisamos. Aquí te los contamos… y te decimos cómo esquivarlos.
1. Creer que el producto se vende solo
Muchos emprendedores cannábicos creen que tener un buen aceite, una crema efectiva o una cepa certificada es suficiente. Pero el mercado no funciona así. La calidad es importante, sí. Pero sin una narrativa clara, una estrategia de visibilidad y una conexión emocional con el cliente, el producto no se mueve.
Solución: invierte tiempo en contar tu historia, en explicar el “para qué” detrás del “qué”. No solo muestres el frasco: muestra el proceso, las manos, el contexto.
2. Subestimar la regulación (o ignorarla)
El sector cannábico en Colombia está regulado, pero no del todo claro. Las zonas grises abundan. Y muchos negocios arrancan sin entender bien qué pueden comunicar, cómo facturar o qué permisos necesitan. Luego llegan las sanciones, los bloqueos de redes, o lo peor: la autocensura.
Solución: asesórate desde el inicio. No se trata de tener miedo, sino de navegar con inteligencia. La legalidad puede ser un activo, no una traba, si sabes comunicar desde lo posible.
3. Esperar resultados inmediatos
El cannabis no es una moda pasajera, pero su aceptación aún es parcial. Muchos emprendedores entran con expectativas irreales de venta rápida o viralidad instantánea. La verdad: construir confianza en este sector toma tiempo. Y la desilusión rápida suele apagar fuegos que apenas estaban empezando.
Solución: piensa a mediano plazo. Estás cultivando algo más que un negocio: estás sembrando comunidad, reputación, relaciones.
4. Repetir los discursos del mercado tradicional
Muchos copian el tono de otras industrias: promesas vacías, slogans genéricos, visuales estandarizadas. Pero el sector cannábico necesita otros códigos. Quien te busca no quiere solo un “producto natural y efectivo”, quiere sentido, seguridad, transparencia, coherencia.
Solución: crea un lenguaje propio. Usa la estética, el storytelling y la identidad para desmarcarte sin gritar. Lo verde también puede ser sofisticado, simbólico y estratégico.
5. Querer hacerlo todo en solitario
El emprendimiento verde suele ser solitario. Pero no tiene por qué serlo. Muchos emprendedores intentan sobrevivir sin red: no conocen otras marcas, no se registran en directorios, no participan en eventos o comunidades. Y eso, en este sector, es un error.
Solución: conéctate. Visibilízate. Comparte aprendizajes, errores y logros. Directorios como Indícame.link existen precisamente para eso: para dejar de sentir que estás remando solo.
El cannabis no es solo una planta. Es una posibilidad.
Una posibilidad de sanar, de emprender, de reconectar. Pero también, una posibilidad de equivocarse. Y eso no es un problema, si aprendes a leer el terreno.
En Indícame.link creemos en acompañar ese camino. No con fórmulas mágicas, sino con mapas compartidos, caminos señalizados por quienes ya los han recorrido. Porque si algo hemos aprendido es que emprender en lo verde es difícil, pero no imposible. Sobre todo, si no lo haces en soledad.
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